¿Felicidad Rápida? Peligro de Positividad Tóxica

Si te has sentido atrapado por la cantidad de libros de autoayuda que prometen cambiar tu vida, pero al final te dejan igual, no estás solo. Hoy te voy a contar por qué esos consejos pueden ser contraproducentes y cómo realmente puedes empezar a mejorar tu bienestar de manera profunda y sostenible.
En la época actual, la venta de libros de autoayuda ha alcanzado altas cifras, especialmente en el mercado global. Según un informe de la Asociación de Editores Americanos, en 2020, las ventas de libros de autoayuda en Estados Unidos superaron los 700 millones de dólares, representando entre el 5 y el 7 % del total de libros vendidos, con un aumento del 11% en comparación con el año anterior. Este tipo de literatura se ha convertido en uno de los segmentos más importantes en la industria editorial. Además, un análisis realizado por NPD Group reveló que aproximadamente el 60% de los compradores de estos libros son mujeres, destacando un fuerte interés por encontrar soluciones relacionadas con el bienestar personal, la autoestima y las relaciones interpersonales.
Sin embargo, muchos de estos libros, lejos de ofrecer soluciones efectivas, promueven prácticas insanas basadas en frases cliché que ignoran la influencia del entorno y los vínculos socioculturales. Al enfocarse únicamente en las emociones positivas y la eliminación de las negativas, nos presentan una visión distorsionada de la vida. Esto genera una presión por cumplir con estándares de bienestar irrealistas, llevando a lo que se llama “positividad tóxica”.
La «positividad tóxica» se basa en la negación de las emociones desagradables, lo cual a largo plazo puede generar trastornos mentales, enfermedades psicosomáticas, y sentimientos de culpa o aislamiento. Las personas se sienten incapaces de cumplir con estándares de bienestar irreales que ignoran las circunstancias externas. Cuando estas circunstancias parecen más grandes que los recursos personales disponibles, surge el estrés, el cual, si no se maneja adecuadamente, puede desencadenar emociones negativas que afectan nuestra salud. La tendencia a «embotellar» estas emociones se vuelve perjudicial.
Lo que necesitamos es un enfoque más equilibrado que nos permita reconocer y aceptar nuestras emociones negativas como parte del proceso de crecimiento. No debemos temer a la tristeza, la ira o el miedo, sino que debemos aprender a gestionarlas de manera saludable. Al hacerlo, podemos transformar estas emociones en oportunidades de aprendizaje. Cada vez que enfrentes una dificultad, reflexiona sobre cómo esa emoción puede ayudarte a crecer y tomar decisiones más conscientes.
En el próximo artículo, te daré prácticas basadas en la psicología positiva y cómo estas pueden ayudarte a mejorar tu bienestar de manera más realista y saludable.
De Carolil